Así a primera vista, no ofrecía belleza alguna. Pero detrás de un cuerpo
temblaba una llama azul que arrastraba el deseo, como arrastran ciertos ríos
metales imaginarios.
Alvaro Mutis.
Te desvisto, te desarmo,
y desaparecen con tu ropa
las cáscaras y los nudos.
Se transmuta el ayer
y aparece, tenue, la luz.
Solo tu piel
y tu cuerpo desnudo
alcanzan para encender el mundo.
:) muy lindo!
ResponderEliminar